Caracas.- Odúbel Herrera ha mostrado arrepentimiento y ha ofrecido disculpas públicas durante los entrenamientos de primavera de las últimas dos temporadas, luego de violar la política de MLB contra la violencia doméstica en 2019. Incluso fue llamado de vuelta a las Grandes Ligas esta semana por los Filis. Pero el jardinero está consciente del rechazo que todavía genera su comportamiento entre los aficionados de Filadelfia y admitió que le falta trayecto por recorrer en su camino a la redención.

“Entiendo perfectamente que no agrade a algunos fanáticos”, dijo Herrera antes del partido del martes contra los Cardenales en San Luis, durante una conferencia de prensa, asistido en la traducción su compatriota Diego Ettedgui, miembro del departamento de comunicaciones del club. “Entiendo que eso va a suceder. A algunos fanáticos les agradaré y a otros no. Todo lo que puedo controlar ahora es seguir trabajando duro y hacer todo lo posible para recuperar su confianza”.

Herrera debió cumplir una suspensión de 85 juegos en la segunda mitad de la campaña de 2019, perdió su lugar en el roster de 40 de Filadelfia a principios de 2020 y ni siquiera fue incluido entre los peloteros habilitados para actuar en la campaña recortada del año pasado, debido a la pandemia del nuevo Coronavirus.

El jardinero fue llamado a las Mayores el lunes, en un intento de los Filis por encontrar una respuesta a las carencias de producción que han sufrido con los otros peloteros que ha desfilado por el jardín central, desde el inicio de la campaña.

“Se siente muy bien estar de regreso en las Grandes Ligas”, destacó el bateador zurdo, de 29 años de edad. “Para eso trabajé, así que agradezco a Dios y a los Filis por la oportunidad (…) Y también debo agradecer a mis compañeros de equipo por abrir sus brazos y darme la bienvenida al equipo. Pero es un trabajo en progreso. Todavía estoy trabajando para recuperar su confianza”.

El manager Joe Girardi apuntó que ya era el momento de traerlo de vuelta, luego de sumar los turnos necesarios en la sede alterna de club. El estratega también opinó que su regreso tal vez moleste a algunas personas.

Herrera ha asistido a terapia desde que agredió a su pareja en un casino en Atlantic City, Nueva Jersey. Incluso todavía busca consejos de especialistas vía Zoom.

“En este momento, mi relación con Melany (Martínez-Angulo) es realmente buena”, destacó. “Estamos bien. Es una relación muy saludable, en la que trabajamos todos los días”.

La guía que ha recibido de los terapeutas, le ha cambiado “como persona”, de acuerdo con sus palabras.

“Algunas cosas son privadas y prefiero no hablar de ellas, pero lo que puedo compartir con ustedes es que tengo la sensación de ser más responsable, con mucha más paciencia (…) Sinceramente, siento que (todo el proceso) ha ayudado mucho, porque pasas por cosas y lo más importante que he recibido consejos de diferentes personas. Creo que eso me ha ayudado a crecer no solo para ser un mejor jugador sino también un mejor hombre”.

Ahora, en el terreno debe evidenciar que puede desempeñarse al nivel que le llevó a ser regular con Filadelfia y le convirtió en All-Star en 2016. El equipo necesita ese rendimiento, para robustecer el lineup y seguir peleando en el este de la Liga Nacional, una división que hasta ahora marcha muy cerrada en sus posiciones. Hasta el martes, Herrera habpia fallado en sus primeros seis turnos.

“Si se observa lo que hice antes de 2019, los tres años previos, mis números eran bastante buenos, así que realmente no estoy preocupado por el tipo de año que tuve en el campo en 2019”, apuntó Herrera, que en esa zafra exhibió la peor línea ofensiva de su carrera (.222/.288/.341). “Creo que eso le puede pasar a cualquier pelotero. Sigo trabajando duro y creo que estoy listo para demostrar que lo que viene es mi mejor versión”.

Los Filis regresarán al Citizens Bank Park de Filadelfia el viernes. La última vez que Herrera jugó en la ciudad del Amor Fraterno, se remonta al 19 de mayo de 2019.