Caracas.- Edward Olivares conectó jonrón y realizó una vistosa jugada en el jardín central, en el triunfo de los Reales, 11-1, contra los Indios de Cleveland, en el Progressive Field, el jueves por la noche.
El novato sigue recibiendo una importante exposición en el club de Kansas City, tras ser adquirido desde los Padres de San Diego, en el cambio por el cerrador Trevor Rosenthal, como había previsto el manager Mike Mathey, y no ha defraudado a esa confianza.
Olivares, ahora ubicado como el prospecto 22 entre los 30 mejores de la organización, ha conectado imparables en los siete encuentros que ha disputado con su nuevo equipo y durante ese lapso exhibe una línea ofensiva de .387/.387/.677, con un doble, un triple, dos cuadrangulares, cinco anotadas, seis remolcadas y 1.065, en 31 turnos.
En el sexto inning, cuando el derecho Brady Singer no había permitido imparables, Olivares decapitó una línea que salió del bate César Hernández a 101.5 millas por hora, tras correr hacia la pared, lo que preservó el no-hitter en ese instante.
El recluta ha mostrado agresividad tanto en el plato como en el guante, desplegando las habilidades que le proyectan como un pelotero regular en las Mayores. Aunque, como todo pelotero todavía en formación necesita seguir depurando su juego.
“Está haciendo swing temprano en la cuenta, pero no necesariamente está poniendo la pelota en juego de inmediato”, acotó Matheny. “En otras ocasiones, ha podido trabajar en conteos largos (…) En algunas oportunidades le ves hacer un par de swings y dices: ‘Oh, es no es lo correcto’. Y luego saca una línea a cualquier parte. También está conectando algunos lanzamientos realmente difíciles”.
“Todavía estoy tratando de descifrarlo”, abundó el estratega. “Es como un caballo desenfrenado. Pero tenemos como una lista de deberes para Edward todos los días, en términos de instrucción, y se lo está tomando de buena manera”.
Hasta, ahora parece estar dando resultados.
EN CIFRAS
Edward Olivares suma cinco juegos multi hits en su racha de siete encuentros con al menos un imparable. Desde que se uniformó con Kansas City, ha producido el doble de lo que hizo con San Diego. El viernes amaneció con 12 imparables en 31 turnos. Vistiendo el uniforme de los Padres, con los que debutó en las Grandes Ligas el 25 de julio, apenas consiguió apuntarse un juego de al menos dos imparables y ligó de 34-6 (.176).
